La caquexia, es la pérdida acelerada de peso, en particular de masa muscular, es una complicación frecuente en los pacientes con cáncer, un factor de mal pronóstico y que condiciona la tolerancia al tratamiento citostático y es una causa importante de muerte.
Se acompaña habitualmente de anorexia configurando el “síndrome de anorexia-caquexia” caracterizado por una disminución de ingesta calórica con depleción progresiva de tejido graso y muscular que llevan a una pérdida de peso que en general sobrepasa el 10% en 6 meses.
Los fármacos más extensamente estudiados con acción orexígena son los corticosteroides y los progestágenos. La prednisolona y dexametasona inciden favorablemente sobre el apetito, aportando sensación de bienestar, aunque su eficacia sobre el aumento de peso es discutible y su efecto se agota con el tiempo. Con respecto a los progestágenos como el Acetato de Megestrol, estudios aleatorizados utilizando dosis diferentes demuestran un incremento de apetito y peso.